domingo, 17 de abril de 2011

INVERTIR EN SEMANA SANTA

 
 
La Semana Santa no falla. Lo acaba de demostrar hace unos días con la obtención del título de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Con este reconocimiento, Cáceres se ha puesto al mismo nivel de relevancia de ciudades tan emblemáticas como Valladolid, Sevilla o Zamora. Entramos en el selecto club que privilegia a 15 ciudades de España y ahí está, entre ellas, la capital cacereña. Puede fallar un proyecto cultural como Cáceres 2016 y puede que no alcancen sus expectativas otras apuestas como la de la ciudad creativa y de la innovación, pero la Semana Santa y una de sus señas de identidad, el casco antiguo, no defraudan. Son valores seguros, que este año estrenan, además, título internacional y al mismo tiempo Plaza Mayor reformada.
El título concedido pone a Cáceres en el mapa internacional de eventos merecedores de ser conocidos y visitados por cualquier ciudadano del mundo. Así está etiquetada la ciudad desde que se publicó la concesión del título en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado viernes, día 15 de abril de 2011.
La primera consecuencia hacia el exterior es que Cáceres accede a los circuitos de promociones internacionales de Turespaña, lo que, a su vez, lleva aparejado el incremento del número de visitantes. A su vez, el crecimiento del turismo se traduce también en progreso económico, sobre todo para los sectores de la hostelería y el comercio.
Pero el título lleva implícita otra consecuencia de carácter interno: la resolución del BOE debe poner fin a cualquier tipo de dudas que pudiera plantarse en torno al apoyo y respaldo institucionales a la Semana Santa cacereña. Esta celebración y los colectivos que la hacen realidad se salen ya del nivel en que se encuentran otros eventos, programas o asociaciones que son objeto de ayudas o subvenciones por parte de las instituciones.
La Semana Santa cacereña, como fiesta de interés internacional, asciende de manera automática a otro estadio, a otro nivel de atención por parte de los poderes públicos, que a partir de ahora ya no pueden siquiera plantear objeciones o dudas sobre la legitimidad y la necesidad de apoyo a un evento que ha dado un tremendo salto desde el punto de vista de la relevancia turística. El Ayuntamiento no puede ya incluir a la Semana Santa dentro del 'paquete' general de las subvenciones a los colectivos porque la Semana Santa es ya una inversión, merecedora de colaboración tanto desde las instituciones públicas como desde empresas y entidades privadas.
 
Hace justamente un año, la ciudad vivió una rebelión cofrade, con quejas y reclamaciones hacia Ayuntamiento desde la Unión de Cofradías a cuenta de subvenciones retrasadas o impagadas. El Gobierno municipal, impulsor del título con la Junta, se compromete a pagar este año la subvención del ejercicio en curso y la que adeuda de 2010, en total 42.000 euros. A partir de este reconocimiento, no debemos hablar de subvención a la Semana Santa sino de inversión pública sin más. Y ello a pesar de que el mundo cofrade (15.000 inscritos en 16 cofradías, 22 procesiones y 45 pasos) viva sólo o fundamentalmente la dimensión religiosa de la Pasión porque el resto, la ciudad en su conjunto, vive también la dimensión puramente turística. Y en este punto ya estamos hablando de economía, la más laica de las ciencias.
 

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